Ya sea si está haciendo una presentación en el colegio, una biblioteca local o ante los altos ejecutivos en su empresa, debería saber ya, que los primeros 60 segundos de la presentación son los momentos más críticos de la jornada y son los que pueden determinar el éxito o el fracaso de su exposición y lo pueden llevar a ser un exitoso presentador…
Los primeros 60 segundos que usted pasa frente a un público son fundamentales. Todo el mundo lo observa con ansias, todos fijan su mirada en usted. Si está demasiado excitado o nervioso, puede que empiece con ideas confusas y hasta tartamudee, si por el contrario está pensativo o dubitativo la gente le restará atención. Pero si tomamos en cuenta algunas recomendaciones podemos hacer que esos 60 segundos se conviertan en su mejor aliado:
1. Planee su entrada
Debería saber exactamente cómo va a abrir su discurso. Al igual que hace la gente cuando se encuentra con un extraño, el público notará su lenguaje corporal, nivel de confianza y conducta. No se centre en lo que dirá durante la presentación sino mas bien practique sus movimientos y tono. Es importante pensar en qué forma podemos abordar al público antes de la presentación en sí.
2. Si es posible, prepare el ambiente por adelantado
De ser posible asista a la preparación del evento y prevea que todo esté en orden. Si le gusta moverse, dese un espacio para moverse. Si se siente más cómodo en un solo lugar, prevea que todo esté a la mano (agua, notas, mouse remoto, etc.). Asegúrese de que la iluminación es correcta y que el proyector o luces de la sala no le apunten hacia el rostro. Lo peor que puede hacer es dar un paso al frente y empezar a tientas en un auditorio oscuro. Así mismo pruebe el micrófono, el timbre de voz, el volumen y hasta la conexión de audio del portátil hasta los altavoces del auditorio. Todo esto le dará más confianza al momento de realizar una presentación.
3. Esperar lo inesperado
Imagine siempre que el público está aburrido gracias al orador anterior. Entonces la pregunta sería… ¿Qué hacer cuando el público está aburrido? Ponerse a contar chistes es malísima idea, por el contrario ser divertido y hacer que el público se despierte sería una buena opción. Podemos comenzar haciendo preguntas sueltas, preguntando sobre el clima, el estado de ánimo, si tomaron desayuno, o sobre algún tema qué esté en boca de todos como el resultado del fútbol por ejemplo. En mi humilde experiencia, por lo general comienzo haciendo un muestreo rápido sobre cuánto conoce la gente del tema. Suelo preguntar: ¿Haber cuántos de ustedes conocen Office 365?, por ejemplo, si muchos levantan la mano es un buen indicador para hablar más profundamente del tema sin remordimientos. Y si pocos levantan la mano, provocaré mejor atención del público tocando temas más simplificados.
4. Ser inmediatamente interesante
Incluso si usted tiene información en notas o detalles para repasar con el público, no empiece nunca con estos. En primer lugar debemos construir una buena relación y demostrar que es digno de la atención del público. Mire fijamente a su público, hágase al interesante. Imagínese que está en la primera cita con una persona que le gusta mucho. Para ello debería vestir bien, estar bien arreglado, ordenado, erguido, con la frente en alto. Deje las notas para más adelante, sea usted los primeros 60 segundos.
5. Si está aterrorizado, use ese terror como ventaja
Puede que estemos preocupados por lo que vayamos a decir o por cómo lo tomará el público. El temor y pánico escénico es algo natural, lo mejor de todo es utilizarlo como parte de su discurso de apertura prevista. Decir algo que reconoce su ansiedad le hará parecer honesto ante el público. Como ejemplo, en una ocasión inicié con una oración como "si parece que estoy nervioso, es porque ….” y luego lo completé con una moraleja o ejemplo vivo de lo que me ocurrió.
6. Haga algo inesperado
Aunque no conviene abusar de ello si no se tiene práctica, los oradores famosos comienzan con algo inesperado. Existen cientos de dinámicas en Internet para practicar la concentración, evitar distracciones y atraer la atención hacia nosotros. En una oportunidad llevé 5 naranjas a un auditorio, tan solo al ingresar y recibir los aplausos de bienvenida, les dije que había llegado de la selva y que me había dado por traer un regalo a 5 personas que quisieran compartir algo de conocimientos conmigo, esto trajo la atención de inmediato y a medida que iba preguntando y escuchando respuestas, iba lanzando las naranjas al público desde una pequeña distancia para asegurarme de que ninguna caiga al suelo. Al final todo el publico comenzó a participar y a conversar conmigo en una charla motivacional.
Estos son algunos consejos para esos primeros “60 segundos” vitales que se tiene al inicio de una exposición o presentación, espero que les sirva y si tienen algún consejo que añadir, pueden hacerlo a través de un comentario. Gracias.
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