Es bien sabido que cada vez tenemos que utilizar contraseñas más largas, más complejas, con símbolos, letras y números e incluso mayúsculas y minúsculas. Esto asegura la información del usuario ante accesos indeseados, pero ¿qué tan fácil es para el usuario recordar una de sus contraseñas?
Es en este punto, donde Windows 8 platea las contraseñas de imagen. En esencia, la contraseña de imagen se compone de dos partes complementarias, una de ellas será la imagen que nosotros hayamos escogido desde nuestras propias bibliotecas dentro del equipo y por el otro el conjunto de gestos que dibujaremos sobre ella.
El proceso para crear una contraseña de imagen en nuestro dispositivo con Windows 8 es muy sencillo, simplemente tendremos que desplegar los botones de acceso - hacer clic en Configuración - Cambiar configuración de PC, una vez estemos en la nueva pantalla nos tendremos que dirigir a Usuarios - Opciones de inicio de sesión - Crear una contraseña de imagen
Lo primero que nos pedirá Windows 8 es introducir la contraseña que hemos estado usando hasta el momento, a continuación tendremos que elegir la imagen que queramos usar desde nuestras bibliotecas y dibujar la configuración de gestos, entre los que se incluyen círculos, líneas rectas y pulsaciones en nuestra imagen, teniendo en cuenta que variables como el tamaño, la posición, la dirección gestual y el orden en los que los hemos realizado pasan a formar parte de la misma contraseña.
En otras palabras, para acceder a nuestra PC, Windows nos mostrará la imagen que hayamos elegido y nosotros deberemos realizar los diversos gestos que hayamos programado previamente en el mismo orden y sentido. Si son correctos los gestos, podremos acceder a nuestra PC sin necesidad de haber escrito una contraseña con el teclado.
Este nuevo método de acceder a nuestra PC es más orientada al mundo de las tablets y con la llegada de Surface con Windows 8 RT es muy probable que se popularice.
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