Muchas veces nos vemos sumergidos en el estrés y el cansancio en la oficina, nos quejamos de la rutina y de nuestra mala suerte. Pero siempre hay formas de salir adelante y de hacer las cosas bien practicando ciertos hábitos y costumbres. Por ello hoy te traemos 10 tips para tener un buen día de trabajo o al menos intentar estar bien en la oficina día a día…
1. Un buen desayuno lo cambia todo
Para empezar con energías es vital que nos alimentemos sanamente y esto es indispensable a la hora del desayuno, la comida más importante del día, aunque suene trillado. Y es que no solo fortalece nuestra condición física sino también la mental, algo ideal para hacer frente hasta los más pesados días de trabajo.
2. Llega temprano al trabajo
A muchos nos cuesta ser puntuales, pero si nos esforzamos por estar a tiempo tendremos una mejor actitud el resto del día, nuestra forma de pensar será mejor, además de que esto nos dará un sentimiento de logro y crecimiento personal. Además nos hace sentir bien durante el día.
3. Un borrón y cuenta nueva
Nada mejor que empezar de cero, aún cuando tengas que tratar temas de días anteriores intenta tratar cada día como uno nuevo. Tal vez tengas alguna idea nueva, sea lo que sea aprovecha lo que está sucediendo en el inicio de la jornada. Todos los días enfócate en lo que haces y no pienses mucho en el futuro ni el pasado.
4. Organiza tu día
La primera hora de la jornada de trabajo es el mejor momento para evaluar las prioridades y centrarse en lo que es absolutamente necesario lograr. Haz una lista de cosas por hacer (check-list), o actualiza las que ya hiciste el día anterior, y trata de atenerte a ella. Si tu jefe tiene una necesidad urgente, puedes quizá hacer un ajuste. Esta lista de actividades te mantendrá enfocado en el trabajo y sobre todo en las cosas importantes.
5. Conversa con tus colegas y amigos de trabajo
Es bueno interrelacionarse profesional y amicalmente. Según los expertos esto aumenta las posibilidades de logro considerablemente. Aunque solo sean de 5 a 10 minutos donde compartan los objetivos y la meta principal para el día puede enfocar y conectar al equipo. En estas conversaciones uno puede aprender muchas cosas o recordar temas pendientes.
6. Recuérdate a ti mismo el propósito de tu trabajo
Siempre, recuerda lo importante que eres. Además tener el objetivo claro siempre es un poderoso motivador. Volver a conectar con lo que realmente importa en tu trabajo, lo que estas tratando de lograr en última instancia, y para quién, puede ayudarte a sentirte más motivado y te ayudará a concentrarte en las áreas prioritarias de tu trabajo.
7. No te distraigas con las redes sociales
Es increíble la cantidad de tiempo que pasamos revisando correos en nuestra bandeja de entrada o revisando mensajes en nuestro muro de Facebook. Quizá recibas correos urgentes, algo importante de trabajo, pero si no te concentras en revisar y contestar solo los de este tipo seguro te verás enfrascado en una multitud de e-mail e información sin sentido y por los cuales habrás arrojado a la basura mucho tiempo y toda tu agenda del día.
8. Realiza las llamadas importantes y envía los e-mails urgentes.
Si sabes que necesitas ponerte en contacto con alguien ese día, hazlo a primera hora de la mañana. Si esperas hasta el mediodía, hay una mayor probabilidad de que no lo logres o no completes tu trabajo. Y más cuando para continuar con las tareas o para finalizarlas necesitas la información de ese contacto.
9. Mezcla las cosas de vez en cuando.
Sé original. Es necesario cambiar de vez en cuando y mas cuando te aburre el orden y lo común, por ello si esta en tus manos puedes reorganizar las cosas, cambiarte de lugar, etc. Aunque sean pequeños cambios, pueden energizar desde el principio y puede tener un impacto positivo en la dinámica de la oficina.
10. Planea un descanso a media mañana.
A veces, quisieras seguir y seguir hasta terminar. Pero los descansos también son necesarios y es que es en este tiempo en el que puedes evaluar tus actividades y revitalizarte para mantener el impulso. Un descanso puede involucrar una taza de café, una salida a los jardines o tomar un poco de sol. Hay incluso quienes salen de la oficina solo con el pretexto de sacar copias o de hacer una llamada.
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